La verdad que han sido estupendos y me han venido muy bien para recargar pilas. La gente es muy agradable y el ambiente muy tranquilo en esta época del año. El pueblo bonito y acogedor: el Mirador de la Plaza Nueva tiene una vista preciosa, la estatua de la Mojaquera con su cántaro y con la que por supuesto me hice mi foto, la Plaza del Ayuntamiento que tiene un árbol antiquísimo, centenario. Pero sobre todo caminar por esas callecitas estrechas, con sus casitas blancas y los balcones llenos de flores...es inevitable no retroceder en el tiempo y dejar volar la imaginación...Conocí Garrucha, Villaricos, Vera, Carboneras, el desierto de Tabernas con sus platós de los spaguetti westerns, el Parque natural de Cabo de Gata-Nijar... lugares llenos de encanto en los que sería imposible no desconectar por unos días. Lo único que me faltó: no haberme comprado una figura del indalo, lo consideran portador de buena suerte. No es que sea supersticiosa pero en mi tierra decimos que "habelas ,hailas"... asi que la próxima vez no se me escapa. Y de vuelta a la vida diaria... pero eso si, estos días tan especiales no me los quita nadie.
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